AISLAMIENTO E IDENTIFICACIÓN DE BACTERIAS POR LA UNIVERSIDAD de LEON

AISLAMIENTO E IDENTIFICACIÓN DE BACTERIAS POR LA UNIVERSIDAD de LEON

Fernando González y Sergio Salazar dirigen los ensayos de aislamiento e identificación de bacterias

La Universidad de León y, en concreto, la Escuela de Ingeniería Agraria y Forestal (https://www.eiaf.unileon.es/visita-virtual/) , es uno de los socios que forman el consorcio de investigación Smart Mulch. Al mando de este equipo se encuentra Fernando González, investigador de reconocido prestigio en el campo de la biotecnología aplicada a la agricultura. Sergio Salazar es el biólogo que lleva el peso de los trabajos de laboratorio. Un equipo con el que es muy fácil trabajar teniendo en cuenta lo difíciles que son las tareas que llevan a cabo.

 

Una de las partes más asombrosas del proyecto Smart Mulch lo esta llevando a cabo la Universidad de Leon. Su cometido es la localización de bacterias autóctonas del suelo de nuestro agrosistema local , aislarlas, probar su capacidad de realizar ciertas “tareas” que benefician a las plantas que cultivamos, identificarlas y producirlas en cantidad suficiente como para poder reintroducirlas en mayor cantidad en los campos donde aportemos la paja como mulch agrícola.

Estas “tareas” que hacen las bacterias de forma natural y que hemos seleccionado como más interesantes son:

La mineralización del Nitrógeno. Que es el elemento de mayor consumo nutricional por parte de las plantas. Este elemento es el que forma el aire en un 80% pero que las plantas no pueden absorber por encontrarse en estado gaseoso, mientras que las plantas lo toman en estado mineral. Hay bacterias que lo mineralizan, y son las que lo hacen en mayor grado las que intentamos encontrar y aislar.

La solubilización del hierro. El gran problema de la agricultura valenciana: la escasez de hierro. Pero no porque no haya, sino por que este esta en forma insoluble. Hay bacterias que fruto de su metabolismo consiguen poner el hierro en una forma asimilable para la planta. Si logramos identificar alguna de estas bacterias y cultivarlas para poder aplicarlas en suficiente cantidad, sería uno de los productos agrícolas mas revolucionarios de la agricultura valenciana actual.

La solubilización del fosforo , otro elemento que las plantas absorben en gran cantidad y que determinadas bacterias pueden poner a disposición de las plantas de forma natural.

Aquí se pueden ver las diferentes fases de la búsqueda de estas bacterias, una vez han llegado al laboratorio de León, las muestras que se han recogido a lo largo y ancho de la geografía valenciana. Para la obtención de las muestras, se ha intentado conseguir la mayor variabilidad posible dentro de nuestro agrosistema.

Lo primero es aislar bacterias independientes, utilizándose medios de cultivo específicos y técnicas de manejo que van diluyendo la presencia de los individuos hasta una sola bacteria o un numero muy reducido de ellas.

Se utilizan cámaras de flujo en las que se aíslan las muestras del exterior y se introducen en placas de cultivo estériles, con el fin de que solo crezcan las bacterias que se han inoculado .

Los diferentes medios de cultivo son placas en las que se pone un substrato rico en los nutrientes y características químicas del medio más adecuados para la bacteria que quieres que se desarrolle.  El aislamiento se puede hacer por gránulos o por diluciones de la muestra inicial hasta que solo quedan algunos individuos. Aquí puedes ver ambos sistemas.

En nuestro caso, se distinguen las placas azuladas, donde se desarrollarán las solubilizadoras de hierro, las placas transparentes donde se desarrollan las de fosforo y las rojizas donde crecen bien las mineralizadoras de nitrógeno.

En función de como interactúan con el medio, se puede saber si cumplen con su “tarea” en mayor o menor medida. Muchas veces se introducen indicadores que cambian de color cuando aparecen los nutrientes que buscamos , actuando como indicadores.

Finalmente, cuando ya tienes ciertos candidatos aislados y que han cumplido con las tareas que esperábamos, lo que se hace es la identificación inequívoca de la bacteria, para saber si es una bacteria ya identificada o si se trata de una nueva bacteria o variedad de una ya identificada anteriormente.

Como curiosidad , en nuestra experiencia han aparecido como mínimo “dos nuevas especies de bacteria” y que anteriormente no habían sido aisladas e identificadas y que además cumplen con nuestros requisitos agronómicos.

Quién sabe si no la bautizaremos como Azospirilus Girsesciense ¿????????

Para ello se utilizan los tristemente famosos PCRs, o pruebas de comparación por fragmentos de ADN. Aunque para el caso de especies muy interesantes desde el punto de vista agronomico utilizamos análisis completos de todo el ADN de la bacteria. Aquí se pueden ver los dos sistemas

Es pronto para saber resultados definitivos, pero ya se han seleccionado 4 bacterias autóctonas que en condiciones de laboratorio funcionan muy bien y cumplen con nuestras expectativas agronómicas de sobra … ahora es el momento de ver su comportamiento en el campo. Aquí están las bacterias seleccionadas en pleno cultivo.

Preparándolas para llevarlas a Valencia , para las pruebas en campo!!!

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